miércoles, 9 de febrero de 2022

Fotografía

Uno cincuenta y nueve de cicatrices por una vida

sobreviviendo a bombas llenas

de metralla incansable.


Donde antes había fuego, ahora florece 

persona libre

limpia

pura

feliz.

Que se cansó de llevar a cuestas un pasado

que ojalá no la perteneciera

pero que lleva su etiqueta.


Sólo quiere soltar su empatía en el mundo

para infectarlo

como si de veneno

se tratase.


Sólo quiero paz

dejar de ser invisible

y sentirme orgullosa de lo que soy

y seré

el resto de mi vida.

No culparme por los terribles ojos 

que tiene el resto del mundo

sólo porque mi vista sea diferente


Y darme cuenta de que el reloj 

no vive para mi

sino por mi

y mis actos

mis cicatrices

y mis flores.

jueves, 21 de marzo de 2019

Sin nombre.


Cómo tu mirada me atrapa
en la libertad
de ser querida
sin nombre.

Tu tacto me susurra
en mil idiomas
lo que es querer
y tú,
que lo haces todo fácil,
porque cómo no va a ser fácil
quitarse los demonios de encima
cuando las únicas armas
que debo usar contra ellos
son la paz y la tranquilidad
de estar contigo.

Este amor,
que no ha nacido
si no crecido
en nosotros,
atravesando miedos
de un pasado con espinas
que atrapaban y tapaban
signos y formas
que no podían
ni ser ni estar,
han dejado plantado
un nuevo camino
por el que ya no me da miedo
pisar, correr, o bailar.
Pero sobre todo me permite
querer(me) y
querer(nos) 


como tanto nos merecemos.

viernes, 25 de enero de 2019

Deuda.

Fuiste el monstruo más temido
de mis pesadillas
y aunque ya, parece
que no existes,
te sigo viendo en mis sueños.

Te arrepientes y no eres capaz
de comunicar en la realidad
que hiciste tanto daño,
que tuve que juntar mis piezas
pequeñas,
una
a
una
desechando las que me habías
puesto tú
para poder quererme.
(tan mal como lo hacías todo)

Después de la sobrevida
entre las cuatro paredes
en las que
-intenté-
sobrevivir con este monstruo,
todo parece el cielo.
Pero lo es más si advierto del peligro
a tu alrededor,
y me miran extraña
porque a quien describo ya no está
porque lo has encerrado en vez de curarlo,
porque lo has matado.

Espero que tengas pesadillas
pronunciando el "perdón"
que jamás me vas a dar.
Que te despiertes con mal cuerpo,
porque yo te terminaré olvidando
por no tener cuentas pendientes
empezando por tu áspero tacto,
tu irritante voz,
tu cara y todo tu ser.

Pero tú,
tú tienes una deuda que por cobarde
jamás vas a saldar.

viernes, 19 de octubre de 2018

#Otoño

Querido otoño,
no te vayas nunca.

Permíteme los cielos grises,
las hojas naranjas
y las tardes en su pecho.

Permíteme la rutina
el frío
y el adelanto del atardecer.

Permíteme las nubes rosas
los suelos marrones
los árboles desnudos.

Y que si llega el invierno
me pongas una manta blanca,
que nos tape
después de una tormenta
en la cama.

De esas que hacen temblar.

martes, 22 de mayo de 2018

Necesito.

Necesito claves
de versos
que me ayuden a escapar
del deseo que impuso
de tenerle como primero
cuando yo disfruto
mucho más
el postre
que sabe igual de dulce
que una victoria
sin lucha
que tenía, invisible y no contigo,
sino conmigo misma.

Necesito explotar
todos los sentimientos
que se me quedan atascados
por el miedo que tengo
a ser la rara -intensa- de siempre
que no sabe encontrar
ni busca las palabras
para romper ese tapón
que tengo en mi garganta
y corazón,
el cual no me deja salir a flote
cuando hablo o recito
estos versos que son deshechos
de un pasado de mierda
que me dejó
incompleta.

Cómo vaciar una papelera
de recuerdos
de un dolor
que ya no cabe dentro de mi
porque reboso
felicidad.

domingo, 29 de abril de 2018

Siempre han sido ellos.

Dejadme llevar la falda por los tobillos o por encima de las rodillas.
Dejadme bailar, beber y pasarlo bien.
Dejadme andar de noche y de día por la calle.
Dejadme hablar y gritar.
Dejadme tener derechos o luchar para tenerlos.

Dejadme dejar de pensar que he nacido con una maldición por ser mujer, porque empiezo a creer que esa maldición es haber nacido en un mundo con hombres más libres que yo.

Nunca tuve la culpa de que me siguieran por la calle y tener que correr hasta el bar más cercano para sentirme protegida.
Odio tener que avisar que he llegado sana y salva a casa cuando no tendría que ser necesario.
Yo no permitía ese baile con roces que me dejó acorralada en la pared.
No dije que no, pero tampoco dije que sí y aun así su placer estuvo allí.
Me maquillo para mi, me visto bonita para mi y aun así siguen masturbándose delante de mi.
Los asientos del transporte público siguen teniendo separaciones y yo sigo sintiendo sus piernas e incluso sus manos en las mías sin haber hecho nada más que salir de casa para ir al trabajo.

Siempre han sido ellos, los culpables de las condenas a muerte que tenemos por ser el sexo débil, objetos de consumo para su placer y necesidad,
siempre han sido los castigadores de nuestra vida, los que crecen el odio hacia nosotras mismas, los inventores del miedo a la oscuridad, de las inseguridades, de la perfección.

Siempre han sido ellos los encargados de cortarnos las alas porque no saben que nosotras, volamos más alto y más rápido y tienen miedo de que nos escapemos.

Qué pena que no se den cuenta de que la jaula donde nos han encerrado toda nuestra vida es igual de invisible que las diferencias que impusieron ellos para maltratarnos y violarnos, al igual que la falsa justa justicia que condena a un pobre por robar comida cuando se muere de hambre y no a un grupo de hombres cuando violan y matan a mujeres inocentes y las juzgan cuando hablan y denuncian cuando

Siempre han sido ellos los culpables de todo.

#Cuéntalo

martes, 10 de abril de 2018

Órgano en pedazos.

Un corazón roto
es como un puzzle
lleno de piezas
que han dejado de encajar
en un mismo espacio y tiempo.

Es una grieta en el valle más llano,
que separa lo que creíste
de lo quisiste y abre la puerta a la verdad.

Es un abismo de miedo lleno de vacío, donde se escapan llantos de anhelo a algo que ni siquiera fue real.

Un corazón roto es una resurrección a la realidad,
una vía de escape de cadenas,
una explosión necesaria para volver a la vida.

Un corazón roto es libertad y aprendizaje de costuras a un órgano vital, que no se tiene que volver a desangrar.